La vegetación es la suma total de la cubierta vegetal de una zona determinada, y está condicionada por las características del ambiente allí existente. De esas características, las de mayor relevancia son el clima y el suelo, sin perder de vista que suelo y vegetación también están influenciados por otros factores como la topografía.

 

Bosque de araucaria en suelos cordilleranos y clima frío.

 

Un bosque es una comunidad vegetal asociada donde predominan los árboles. Es un ecosistema, cuyas características y particularidades dependen de diversos factores ambientales como la altitud, pendiente, orientación, clima, etc. Si entendemos el bosque como un ecosistema dinámico veremos que en él interactúan diversos elementos bióticos y abióticos que se relacionan entre sí de una manera armónica. El bosque, como muchos ecosistemas existentes, es el resultado de millones de años de evolución. En este proceso dinámico el bosque se ha constituido como una comunidad clímax a través de una serie de etapas de sucesión ecológicas que puede verse afectada por factores externos, como avalanchas, nieves, erupciones, movimientos sísmicos, invasión de animales, etc. De todos los factores de alteración el más importante es el hombre, quién ha alterado y destruido la mayor parte de los bosques de Chile.

 

Bosque de olivillo, muy alterado por la acción humana.

 

Los bosques nativos chilenos son bosques templados, ya que están fuera del trópico y sometidos a temperaturas bajas en el invierno. En general los bosques templados se ubican, en forma continua, entre el río Maule (35ºS) y Tierra del Fuego (55ºS), entre el nivel del mar y el límite arbóreo de las montañas. Entre el bosque y la zona semiárida del Norte Chico de Chile (30-34ºS) crece el bosque esclerófilo, que no tiene como limitante la temperatura, sino la sequía de verano.

 

Como consecuencia de las características del clima y el suelo, el sur de Chile, originalmente, presentaba una cubierta de bosque exuberante, con una gran variedad de especies. Estas especies asociadas en diversos grados han constituido formaciones puras y mixtas. Estas formaciones han sido, en casi su totalidad, intervenidas por el ser humano para la extracción de productos forestales, la habilitación de terrenos para la agricultura, la ganadería y más recientemente para las plantaciones forestales.

    Los suelos de tipo rojo-arcillosos, que dominan mayormente la cordillera de la Costa, están poblados por el tipo forestal valdiviano, de características siempreverdes, cuyas especies dominantes son la tepa, ulmo, tineo, olivillo y coihue. Sobre los 700 msnm predomina el coihue, mañío y tepa, y a mayores alturas el alerce y el ciprés de las Guaitecas.

 

Bosque de olivillo en la costa de Corral. Foto: Andrés Muñoz Pedreros.

 

    En la cordillera de los Andes, sobre suelos de ceniza volcánica y escoria de lava, domina el coihue, tepa, mañío macho, mañío de hojas largas, lenga, ñirre, raulí, ulmo, tineo y olivillo, que constituyen las especies más significativas de los suelos cordilleranos. Estas especies se agrupan en el espacio de acuerdo a condiciones edáficas, topográficas, altura, exposición, etc.

 

Bosque de lenga en la cordillera de Cautín.

 

    En la depresión intermedia, sobre los suelos trumaos se desarrollaba el bosque de roble, laurel, lingue y coihue. Esta área, la más apropiada, por las características de su suelo para la agricultura y la ganadería es la que más drásticamente se ha transformado por acción del hombre, permaneciendo lo que actualmente se conoce como formación de parque de roble y laurel.

 

Formación de parque de roble y laurel en Río Bueno. Foto: Andrés Muñoz Pedreros.

 

Durante la última máxima glacial (20.000 años AP) los hielos cubrieron todo Chile continental hasta el sur de los 43ºS, por el norte los glaciares cubrieron, desde Chile central, de la cordillera de los Andes a los pies de la cordillera de la Costa. Es decir, los bosques se refugiaron en ciertas áreas de la cordillera costera, entre los 37º y los 39º, especialmente en la cordillera de Nahuelbuta. Posteriormente comenzaron a recolonizar el territorio, una vez retirados los hielos.

 

Los bosques del sur de Chile se pueden dividir en dos regiones: a) la Pluviselva Valdiviana que abarca desde el río Biobío a la latitud 43º 20′ S, subdividida a la vez en cordillera de la Costa, depresión central y cordillera de los Andes. b) la Pluviselva Norpatagónica y Magallánica que se extiende al sur del paralelo 43º 20′ S y está constituida por terrenos de fiordos fuertemente glaciados y gran cantidad de islas de variados tamaños. La diversidad (riqueza de especies) disminuye hacia el sur debido a las temperaturas decrecientes.

La pluviselva valdiviana, también llamada bosque higrófilo templado, contempla cinco asociaciones boscosas siempreverdes: el bosque de olivillo, el de coihue y ulmo, el de tepa-tineo y mañío, el de coihue puro y el de coihue de Chiloé, que prosperan en ambas cordilleras desde la base hasta casi 1.000 msnm. Esta formación boscosa constituye una de las más ricas, con variedad de estratos y especies, estando conformada por 35 especies de árboles, 60 especies de arbustos, 40 especies de trepadoras, 70 especies de hierbas y también 70 de helechos. Los vientos, la cercanía del mar, las abundantes precipitaciones y las temperaturas templadas son muy favorables para el crecimiento de una gran diversidad de especies.

 

Copihue, enredadera de los bosques del sur.

 

El área geográfica que se denomina región valdiviana estaba cubierta originalmente de densos bosques, los cuales, de acuerdo a su composición florística, pertenecen a distintas formaciones vegetales: el bosque higrófilo templado o bosque valdiviano propiamente tal; el bosque caducifolio templado, con las siguientes asociaciones: bosque de raulí, bosque de roble-laurel-lingue y bosque de ñirre; el bosque esclerófilo con la asociación bosque de boldo; los bosques pantanosos de mirtáceas, con las asociaciones: bosque de temo-pitra y bosque de arrayán; el bosque magallánico perennifolio y los bosques de coníferas.

 

Lirio Alstroemeria sp. foto: Ítalo Pérez Codern

 

De esta situación original se mantienen algunos bosques más o menos representativos, coexistiendo asociaciones vegetales nativas con comunidades secundarias en diferentes estados de degradación y de perturbación de acuerdo a su localización (cordillera de la Costa, valle central y cordillera de los Andes), en lo que constituye un paisaje muy diversificado.